En este artículo publicado en Muy Interesante entrevisto al catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia Miguel Ángel Esteve para analizar a fondo el origen de la crisis del Mar Menor y sus posibles soluciones.

Para muchos, la historia del Mar Menor es la crónica de una muerte anunciada: mucho antes del colapso de 2016, las aguas cristalinas de la laguna ya estaban soportando multitud de impactos hasta que llegó un momento en el que, simplemente, el ecosistema no pudo aguantar más.

La famosa ‘sopa verde’ en que se convirtió el Mar Menor tiene su origen en un proceso denominado eutrofización y que es el resultado del aporte masivo de nutrientes a un cuerpo de agua. “El exceso de nutrientes es absorbido por el fitoplancton del agua, que prolifera hasta formar una malla muy densa en la superficie que evita que llegue la luz al fondo de la laguna”, nos explica el catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia Miguel Ángel Esteve. “Como consecuencia, todas las plantas que de forma natural se encontraban ancladas en el fondo de la laguna (fitobentos) dejan de recibir luz para hacer la fotosíntesis y acaban muriendo. A la vez, el fitoplancton muerto se va depositando en el fondo, y toda esa materia orgánica junta demanda muchísimo oxígeno, un elemento cada vez más escaso puesto que el fitobentos ya no está fotosintetizando”. Una especie de círculo vicioso que genera, en el fondo de la laguna, las famosas condiciones de anoxia de las que tanto hemos oído hablar. “Estas condiciones anóxicas, en función de la estratificación del agua, pueden extenderse a toda la laguna”, nos explica Esteve. “Sin entrar en detalles muy técnicos, el resultado es que cuando esta falta de oxígeno se extiende a toda la laguna en periodos prolongados puede ser mortal para los organismos que respiran en el agua. Si la anoxia es generalizada, como ha ocurrido en el Mar Menor, la mortandad es masiva”.

¿Por qué se produce la eutrofización?

Durante muchos años, el Mar Menor sufrió los impactos de la minería de metales pesados y de la actividad urbanística, pero actualmente las presiones provienen, fundamentalmente, de la agricultura intensiva. Esteve ha publicado varias decenas de trabajos sobre el Mar Menor y su entorno ecogeográfico y nos explica que su grupo ha desarrollado modelos matemáticos para determinar el peso relativo de todas las posibles causas de eutrofización de la laguna: “Hemos observado que la actividad agraria intensiva (sobre todo agricultura y, más secundariamente, ganadería) puede suponer en torno al 85 % de todos los nutrientes que entran al Mar Menor. El otro 15 % proviene de fuentes urbanas, pero el origen del colapso es fundamentalmente agrario”, señala.

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