Este reportaje, publicado en Muy Interesante en julio de 2019, ha sido el ganador de la XXI Edición del Premio de Periodismo Montero de Burgos, organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes y el Grupo Tragsa.

La resina natural se puede usar en lugar de muchos productos derivados del petróleo. Además, promueve una gestión sostenible de los bosques y puede ayudar a fijar población en la España vaciada. Pero aún queda mucho trabajo por delante.

Quien alguna vez haya paseado por un pinar de Soria o Segovia, quizás haya visto unos curiosos cuencos enganchados en el tronco de los árboles. Son los potes, colocados allí para la recolección de la resina o miera. El aroma que desprende este compuesto resbalando por el tronco es muy fuerte, es ese clásico ‘olor a bosque’ muy característico en ciertas zonas de Castilla y León, donde se concentra la mayor parte de la extracción nacional de resina.

El proceso de resinado conlleva varios pasos: “Lo primero es preparar el pino: hay que alisarlo y dejar un espesor de corteza más fino, porque posteriormente se le harán incisiones para extraer la resina”, nos explica Guillermo Arranz, vicepresidente de la Asociación Nacional de Resineros, ingeniero técnico forestal y resinero. “Después se clava una chapa recolectora que se denomina grapa y se engancha el pote o aparato recolector. Entonces llega el momento de practicar las incisiones que originan el exudado de resina. Cuando los potes se llenan, los vertemos en unos carros que, a su vez, se llevan a otro recipiente más grande que al final acaba en bidones de unos doscientos kilos”, nos explica este trabajador que proviene de una familia de resineros y ejerce su labor en los municipios segovianos de Navas de Oro y Cuéllar.

Hubo un tiempo, en la década de los 90, en el que se dejó de resinar, y los potes desaparecieron de los pinares de pino resinero (P. pinaster) de España. Y es que la producción en China y Brasil no dejaba de crecer, por lo que la competencia se hizo tan fuerte que nuestro país dejó de exportar resina, a la vez que en toda Europa se abandonaron los planes de investigación y los programas nacionales para el sector. El oficio del resinado parecía entonces abocado a la extinción, y muchos pensaron que las herramientas y métodos empleados durante generaciones pasarían a formar parte de los museos etnográficos como recuerdo de una profesión tradicional del pasado.

Resina natural vs. petróleo

La competencia con otros mercados no fue el único detonante de la crisis de la resina. Para entender mejor lo que sucedió, es necesario hablar de las aplicaciones de la resina o miera. De su primera destilación se obtienen dos productos: la colofonia y el aguarrás, ambos muy importantes en la industria química para la fabricación de productos diversos como pinturas, tintas, disolventes, perfumes, aromatizantes, envases plásticos, jabones e incluso neumáticos.

“La competencia entre los derivados del petróleo y los derivados de las resinas naturales empezó desde el mismo momento en que los dos sectores comenzaron a desarrollarse industrialmente a principios del siglo XIX”, nos explica Juan Luis Delgado, investigador en la Universidad Nacional Autónoma de México y cuya tesis, realizada en la Universidad Autónoma de Madrid, se centró en la historia tecnológica del sector resinero. “Tanto los derivados de la resina de pino como los del petróleo son hidrocarburos: los primeros de origen vegetal y los segundos de origen mineral. De tal manera, por su composición físico-química, se podían utilizar casi en las mismas aplicaciones, aunque no con los mismos resultados, pues en ocasiones era mejor utilizar los de origen vegetal y en otros los de origen mineral, según la aplicación”.

Como nos explica el experto, el avance de la petroquímica hizo que los derivados del petróleo fueran sustituyendo algunos usos del aguarrás y la colofonia de la resina de pino. Al ser productos sintéticos, resultaba más fácil controlar su calidad en el laboratorio frente a los obtenidos de resinas naturales, más variables según aspectos como el clima, la fecha de recolección, la especie de pino de la que procedía, o el método de destilación.

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(Crédito foto: Arboreto Luis Ceballos)