Formar una familia no debería ser un impedimento para desarrollar una carrera profesional plena, pero para ello es necesario “cambiar el chip” y fomentar un horario laboral que sea compatible con la crianza de los hijos.

Jornadas laborales interminables, saber la hora de entrada pero nunca la de la salida… los horarios de trabajo en España son, en general, poco compatibles con el cuidado de los hijos o la dedicación de algo de tiempo a la familia.

La Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios (ARHOE), persigue, precisamente, la consecución de unos horarios laborales más sensatos y que permitan la conciliación familiar y personal. En su manifiesto reivindica, entre otras cosas, “que los padres y madres deben disponer de tiempo para convivir y dialogar con sus hijos, interesarse por sus sentimientos y sus problemas, y ofrecerles un sólido apego”. Hablamos de todo esto con su presidente, José Luis Casero.

ARHOE publicaba el año pasado un trabajo en el que revelaba que los niños de España salen más tarde del colegio que sus vecinos europeos. ¿Es factible reducir los horarios escolares en un país como el nuestro en el que predominan las jornadas laborales muy largas?

Se trata de un tema complejo. En el horario escolar hay tres intereses: padres, profesores y niños. Y la jornada continua parece estar establecida en aras de los intereses de los profesores, olvidando que el interés prioritario debería ser el de los niños. Precisamente esta mañana nos escribía una ciudadana preocupada porque a sus hijos les han implantado la jornada continua en el colegio, y los mandaban a casa a las dos y cuarto… nadie puede ocuparse de los niños a esa hora. Nuestra propuesta sería entrar un poquito más tarde al colegio y estirar las jornadas hasta las cuatro o cinco de la tarde, complementando quizás con alguna actividad extraescolar. Y hay que intentar que el horario laboral, tanto de hombres como de mujeres, finalice a las cinco o seis de la tarde para poder armonizarlo con el del colegio.

Al final, todo gira en torno a los horarios laborales, que son la base de la conciliación y muchas veces determinan la decisión de tener hijos. Es obvio que hay casos particulares, como el del personal sanitario que hace turnos de noche, a los que no se pueden aplicar estas propuestas, que son de carácter general. En los casos singulares habría que adaptarse y ofrecer mecanismos de complementación, tanto salarial como de otro tipo.

¿Qué medidas propone ARHOE para facilitar la conciliación en España? ¿Les parece suficiente con las reducciones de jornada?

Es triste que una persona tenga que reducir la jornada laboral precisamente para atender a sus hijos. En un mundo cada vez más globalizado, el trabajo debería entenderse como una propia actividad, no como un lugar de carácter físico. Yo creo que las nuevas tecnologías, si son entendidas como una herramienta y no como un fin en sí mismo, podrían ayudar por ejemplo a implantar en ocasiones el teletrabajo sin necesidad de acogerse a una reducción de jornada. El empresario debería entender que lo que tiene que buscar es la rentabilidad más allá de tener a un trabajador o trabajadora sentado en una silla, impidiéndole por un lado ser productivo y por otro conciliar el trabajo con su vida personal y familiar.

Toda esta cultura de la prolongación de los horarios de trabajo y de no saber cuándo va a terminar tu jornada está expulsando, precisamente, a las mujeres del mercado laboral, y las está relegando a jornadas parciales o reducidas…. Hay una necesidad de igualdad real y efectiva que tiene que existir entre hombres y mujeres. Existe una brecha salarial, las mujeres tienen menos opciones de acceder a puestos directivos… esto no es justo y lo sabemos, y por eso exigimos medidas legislativas para solucionar el problema.

Puedes leer la entrevista completa en la web de Ser Padres