Este reportaje, que fue publicado en la web de Muy Interesante en julio de 2019, ha obtenido el I Premio Periodístico del Año SEPAR 2019-2020 de las Infecciones Respiratorias.
En mayo de 2019 el área sanitaria coruñesa anunciaba que el brote de tuberculosis en la localidad gallega de Camariñas estaba controlado, tras haber localizado a doce menores que estaban desarrollando la enfermedad en fases muy iniciales y a quienes se les empezó a aplicar el tratamiento.
La tuberculosis pulmonar es, hoy en día, prevenible y curable, pero dista mucho de estar erradicada, ni en Europa, ni mucho menos en el mundo. “Se trata de una enfermedad que golpea a los estratos sociales más desfavorecidos: es más frecuente en situaciones de pobreza, hacinamiento, desnutrición y bajo nivel económico. Además, el aumento del movimiento de personas por todo el planeta hace que esta y otras afecciones se extiendan con más facilidad”, nos explica Javier García Pérez, neumólogo en el Hospital La Princesa (Madrid).
Con todo, mientras que la incidencia mundial de tuberculosis es de 130 casos por cada 100.000 habitantes, en Europa la media se sitúa en los 30 casos por 100.000 habitantes. En cuanto a lo que sucede en España, el especialista nos indica que “la tuberculosis está en recesión pero seguimos teniendo unas cifras un poco superiores al resto de países de nuestro entorno económico, geográfico, cultural y social. Aun así, ya estamos bordeando las cifras en las que podemos considerarnos un país de baja incidencia, que es cuando hay menos de 10 casos por 100.000 habitantes”.about:blank
¿Cómo se aborda un caso de tuberculosis en nuestro país? En España, la tuberculosis es una enfermedad de declaración obligatoria. Esto significa que las autoridades de salud pública de las comunidades autónomas tienen que informar de los casos al Centro Nacional de Epidemiología a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. “En nuestro hospital en concreto tenemos una Unidad de Tuberculosis, y cuando viene un paciente que sospechamos que pueda estar infectado analizamos el caso para ver si necesita ingreso hospitalario, porque la mayoría de veces se puede tratar de forma ambulatoria”, explica García a Muy Interesante. “Lo primero de todo es hacer un diagnóstico rápido de confirmación de la enfermedad, y sobre todo un patrón de resistencias para ver con qué antibióticos se debe tratar. Un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado son la mejor forma de interrumpir la cadena de transmisión: los pacientes se curan y, por tanto, disminuye el número de casos en la sociedad”.
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